Con un motor de cuatro cilindros de 1.600 cc, turboalimentado de inyección directa, es la primera vez que los franceses han diseñado todo los componentes del motor en casa, incluyendo el bloque, cilindros y culata, en un intento de lograr el peso mínimo y el centro de gravedad más óptimo.
Sus ingenieros han reconocido que la inyección directa, obligatoria de cara la próxima temporada del WRC, ha significado un reto importante ya que debe ser alternada con un turbo compresor de inducción forzada. Sin embargo, en Citroën están convencidos que han conseguido una solución efectiva y ha revelado que probaron por primera vez el motor de 1.600 cc en el test en Satory, cerca de la sede de la marca, en Versalles el 23 de julio.
Desde entonces, los pilotos del equipo Sebastien Loeb, Sebastien Ogier y Dani Sordo, y el encargado de los test Philippe Bugalski, han probado el coche en condiciones extremas para comprobar su fiabilidad.
El DS3 ha sido sometido a pruebas de aerodinámica en el túnel del viento desde que el proyecto fue concebido el pasado otoño, después que los alerones y los parachoques fueran rediseñados para adherirse a la anchura máxima permitida de 1.820 mm y para dar cabida a las ruedas de 18 pulgadas, utilizadas en los rallyes de asfalto.
Internamente, Citroën ha desarrollado su propio asiento para aumentar la seguridad del piloto, mientras que la carrocería está hecha con más de 40 metros de tubo de acero.
El coche utiliza una caja de cambios secuencial de seis velocidades, que junto con el diferencial delantero, está integrado en una carcasa de aluminio. Estos están conectados con el diferencial trasero a través de un eje de transmisión longitudinal. El diferencial central está prohibido, pero hay un sistema que puede desconectar las ruedas traseras cuando se utiliza el freno de mano hidráulico. Con un cambio semiautomático, y con los montados en el volante que estarán prohibidos la próxima temporada, se ha situado una palanca de cambio de marchas totalmente manual.
“El DS3 es un buen ejemplo para construir un coche deportivo de rallyes”, afirma el director de Citroën Racing, Olivier Quesnel. “Es compacto, elegante y ágil. Citroën espera con ganas continuar su racha de éxitos, con nuevos títulos mundiales”.
Citroën ha ganado el título del Campeonato del Mundo de Marcas en las dos últimas temporadas. Y su piloto, Sebastien Loeb, podría conseguir su séptimo título mundial consecutivo este fin de semana en el Rallye de Francia.
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