Hablo Agustin Elvira

El auto del equipo Debasa competición que piloteaba Agustín Elvira y navegaba Oscar Tagle ya es historia. El fuego lo consumió durante la cuarta fecha del Campeonato Argentino de Rally, disputada por los caminos de Tucumán, pero eso, eso también es historia.

A partir de esto muchos pensaron lo mismo. Esto tiene que servir de enseñanza para futuras desgracias con “suerte” que uno nunca sabe cuando pueden suceder, pero que hay que estar prevenido.

Agustín Elvira comenzó diciendo “creo que hay que hacer hincapié en que si con Oscar hubiésemos estado atrapados, no se que hubiera pasado”. Fueron muy sabias las palabras del piloto barilochense, que aceptó dialogar con “Adrenalina” con mayor serenidad que el domingo.

El piloto dijo “lo primero que hicimos fue intentar apagar el auto con todo lo que nosotros teníamos, con tierra, la gente acercaba matafuegos de sus autos y le tirábamos con todo, pero fue imposible. Después pasó la barredora, se bajaron dos tipos sin nada, porque no tenían un matafuego y uno de ellos dijo “Qué cagada”, se subieron a la camionera y se fueron, nosotros quedamos atónitos con esta acción”.

Más adelante indicó que “la verdad es que yo en mi corta experiencia no pensé en parar lo autos, inclusive otro con experiencia, dejaba el auto arriba y se paraba la carrera. Creo que si hubiese sido otro piloto, de los de punta, la carrera se hubiese parado y la verdad es que del auto hubiésemos salvado el motor”.Sentenció el piloto que “en un momento le pregunté a alguien si habían avisado y me dijeron que si y con eso me quede tranquilo, porque dije, bueno en cualquier momento vienen, pero nunca vinieron”.

Elvira dijo “otra cosa que me llamó la atención y creo que la de Oscar (Tagle) es que nunca apareció la camioneta amarilla que presentan de rescate, nunca nos preguntaron si queríamos que nos revisaran, es más a mi me saca del especial, Raúl Bellido en su auto y Oscar se queda con el auto hasta que la grúa lo fue a buscar”.Manifestó que “mirá si la camioneta que barre el final y que va cerrando los especiales, hubiese tenido un matafuego de los grande, aunque sea hubiésemos salvado algo, no se que pero al menos el motor. Yo pregunto ¿Qué pasa si nosotros estábamos inconscientes por los gases del fuego o hubiésemos quedado atrapados?”.

El ganador del especial nueve, de la segunda etapa de la cuarta fecha disputada en Tucumán, irónicamente fue el barilochense Nicolás Madero, coterráneo de Elvira y Tagle. El hombre del Tango Rally Team empleó un poco más de 3 minutos en recorrer los poco más de siete kilómetros. Si el auto ganador del especial, lo hizo en poco más de 3 minutos, y sólo restaban 10 autos cuando largó Elvira, ¿por qué no se paró la competencia?.

Mucho se puede discutir sobre ello y seguramente no se podía, pero el auto ardió 45 minutos. Pasó la barredora y cuando lo hizo por donde estaba el Fiat Palio, todavía estaba en llamas, se detuvo y luego partió, según lo indicado por el propio Agustín Elvira. ¿Lo podría haber hecho? También, punto muy discutible. Pero luego de la barredora, ¿no podrían haber ingresado con matafuegos? Tal vez, si, la intención era lo que valía.Elvira indicó más adelante que “mirá el auto se prendió fuego y enseguida agarró el pasto, menos mal que no había viento, porque había como 20 autos, mucha gente y un bosque, todo se hubiera perdido”.¿Las cenizas enseñan?Por suerte, por más que duela, sólo fue un auto.

Dios no quiso que pasara nada más grave. La suerte estuvo del lado de los pilotos, de la organización tucumana, de Rally Argentino, pero ¿Cuánto tiempo se puede jugar con la suerte? Sin dudas que no muchas. A veces la suerte es esquiva, lo saben los pilotos, lo saben los equipos, cuando no se dan los resultados es justamente porque “faltó esa pizca de suerte”.

Hoy nada hará que Debasa recupere el auto puntero del campeonato de la N2. Pero quizás se pueda mejorar el sistema de seguridad en caso que ocurran estas cosas. Esta vez la suerte estuvo del lado de todos los que aman y sienten el rally, Mañana se contará como anécdota en cualquier bar, en cualquier asado, en cualquier rincón, y cualquiera de los miles de fanáticos que estuvieron a la vera del camino en el retiro de Roberto Sánchez, recordarán el incendio del auto de Elvira en la fecha del Jardín de la República.

Dice un viejo refrán, “donde hubo fuego, cenizas quedan”, ojalá el incendio del auto del equipo de Debasa haya dejado muchas cenizas, pero de enseñanza.

Martín Leuful.

Diario El Cordillerano (Bariloche)

Foto: Bellido